La ortoqueratología es un tratamiento que consigue reducir de manera temporal y reversible la miopía, mediante el uso de lentes de contacto semirígidas mientras dormimos.
Se utilizan unas lentes especiales, de fabricación americana, que se llaman Paragon CRT®, lo que corresponde a las siglas “Corneal Refractive Therapy”.
Pasar pruebas médicas (oposiciones)
Realizar actividades (deportes…) sin corrección.
Control del avance de la miopía.
Jóvenes que no pueden someterse a cirugía refractiva porque no están en edad de operarse o por no tener estabilizada la graduación.
Esta lente por estar aprobada por FDA (organismo de sanidad americano, equivalente a nuestro Ministerio de Sanidad) es una alternativa más a tener en cuenta como otra opción a la cirugía refractiva.
Paragon Vision Sciences, fabricante de la lente CRT, recibió la autorización de la FDA para la comercialización de esta lente en uso nocturno (mientras se duerme) para tratamiento de reducción de la miopía (Terapia Corneal Refractiva)
La aprobación es válida para tratamientos de:
No existe restricción alguna por razones de edad.
Los casos que, a priori, tienen un elevado índice de probabilidad de funcionar bien, son:
En general serán casos adecuados para realizar la terapia corneal refractiva:
Miopes hasta -6.00 d. y astígmatas hasta -1.75 d.
Por el contrario, procederemos con cautela en los siguientes casos:
El epitelio corneal humano tiene un espesor central medio de unas 50 micras, de las que la mitad son células basales, inmóviles y fuertemente unidas a la membrana de Bowman mediante un tipo de uniones celulares denominadas hemidesmosomas.
El resto, entre 20 y 25 micras, son células epiteliales superficiales, móviles y que son las que se pueden recolocar o redistribuir. El aplanamiento que realizan las lentes de ortoqueratología CRT, se ha visto que es a nivel de la porción superficial del epitelio, que no afecta a las láminas del estroma corneal.
Esto es la Terapia Refractiva Corneal: la redistribución controlada mediante topografía corneal de la porción superficial del epitelio de la córnea.
Sin embargo, las modificaciones corneales originadas por efecto de las lentes de contacto rígidas no son permanentes, sino que la córnea tiende a recuperar su forma original: esta técnica es reversible. Por ello, es necesario el uso de las lentes de contacto con efecto retenedor, de forma que usadas durante un número mínimo de horas, bien sea en terapia nocturna o diurna, se mantengan los resultados alcanzados.
Según datos demográficos, la miopía es un defecto de refracción que afecta a 1.600 millones de personas en el mundo, siendo, en ciertos países del sudeste asiático, casi una afección del 80% de la población. Por otra parte, los pacientes miopes, sobre todo a partir de un cierto nivel (-6,00D), tienen un riesgo mayor de sufrir problemas oculares asociados, como cataratas, glaucoma y desprendimiento de retina.
La posibilidad de control de la evolución de la miopía con lentes rígidas permeables al gas es un tema largamente debatido, pero sobre el que no se ha llegado nunca a conclusiones formales debido a problemas relacionados con el diseño de los estudios realizados a tal efecto y las dificultades de hacer estudios longitudinales sobre este tema.
Recientemente, en el último Simposium sobre Ortoqueratología (Chicago, Julio 2005), se han presentado resultados sobre la efectividad de la ortoqueratología en el control de la miopía en niños (Cho y col.).
En un estudio realizado durante dos años observaron un aumento menor en la longitud axial de los individuos adaptados con lentes de orto-k que en los del grupo de control. Este cambio significativo concluye que el uso de estas lentes hace que la longitud axial de estos niños aumente la mitad que la de aquellos niños que portaban gafas, y por tanto es válido como una opción para ralentizar la progresión en niños.
No se trata de una adaptación convencional de lentes de contacto, sino que es un tratamiento especial que debe realizarse con los equipos necesarios por optometristas especialmente cualificados para adaptarlas y realizando un seguimiento exhaustivo de los pacientes.
La duración del tratamiento, hasta conseguir el máximo efecto en la córnea oscila entre 1 y 2 semanas hasta un mes como máximo, en los casos en que haya que reducir mayor número de dioptrías, llevando más tiempo si se tratan córneas más planas.
ES REVERSIBLE
Si se dejan de utilizar las lentes,
la cornea vuelve a su estado original