La miopía es un error refractivo que hace que las personas que lo padecen vean mal de lejos.
Los signos asociados más evidentes son:
Una vez que la miopía ha aparecido es muy difícil su control, por lo que el tratamiento más eficaz, es la prevención.
Pero cuando la miopía ya existe, lo más habitual es tratarla mediante el uso de lentes compensatorias en gafas o lentillas para que la persona tenga una buena agudeza visual en lejos(vista). Estas lentes compensatorias deben ser revisadas periódicamente y sustiuirse por otras nuevas, ya que la miopía suele ser progresiva.
Dentro del campo de la Optometría, existen diferentes métodos para controlar la miopía y, aunque ninguno es la panacea, sí es cierto que en ocasiones podemos frenar su avance y la mayor parte de las veces se consigue que su progresión sea más lenta. En cualquier caso, siempre es mejor intentar hacer algo para frenarla que esperar de «brazos cruzados» a que en la próxima revisión nos cambien los cristales por unos de graduación superior.
Algunos de los tratamiento que se utilizan dentro de la optometría funcional y comportamental son los siguientes: