Los pacientes con Baja Visión pueden beneficiarse de:
ayudas ópticas: filtros de absorción de luz, lentes magnificadoras, telescopios, etc.
terapia visual: actividades para potenciar las habilidades funcionales de la visión, cómo la visión periférica, localización espacial y dirección atencional, rápidez en la interpretación de la imagen y el cambio de plano y habilidades de procesamiento visual de la información e integración visuomotora
ayudas no ópticas: entrenamiento de las ayudas ópticas, asesoramiento sobre fuentes de luz, ayudas digitales, mobiliario adaptado, etc.